viernes, 30 de mayo de 2008

La presencia

El sábado pasado quedé para tomar el aperitivo con un par de amigas. Al final sólo apareció una y entre cañas me confesó que en su casa tenía ‘una presencia que le robaba la energía al novio’. Yo, que a estas cosas les tengo mucho respeto, no pude evitar soltar alguna carcajada que otra. Pero no porque no me creyera la historia sino porque imaginé a mi amiga (la que no puede entrar al Museo de la Tortura porque dice que luego no duerme, la que se caga pata abajo viendo ‘Entre fantasmas’, la que se niega a acompañarme al Circo de los Horrores porque tiene pesadillas… ejem), sola, en su casa, sin poder dormir, pendiente del más mínimo ruido (qué cabrona que soy!!).
Mi colegui me dice que una ‘bruja’ de confianza le echó las cartas a su madre. Al parecer, la susodicha suele ‘acertar’ en sus ‘visiones’. Pues eso, que la mami, entre carta y carta, aprovecha y pregunta por las hijas (que si futuro, profesión, nietos…etc., vamos, lo típico). Al parecer, según la “bruja”, en el piso de mi amiga además del novio y ella ‘vive’ otro inquilino. Para más intríngulis, resulta que, la presencia, es un familiar del novio que ‘ha traído’ mi colegui y que ‘le está robando energía al pobre chaval’ (si es que el chiquillo lleva unas semanas regularcillo, está como apagado). Mira que la historia va a ser verdad…
Ahora, mi amiga está preocupada porque teme que el fantasma se presente formalmente. Como ya sabe que ella lo sabe… quién sabe!!!, lo mismo le aparecen mensajes en el espejo del cuarto de baño, como en las películas o aparece sentado/a (‘la bruja’ no le supo decir si era hombre o mujer), en una esquina de la cama. ¡Dios, qué pasmo!
Pero bueno, yo le he dicho que no se preocupe que si sólo le quita la energía al otro pues mira, a lo mejor es que le hizo algo al espíritu y por eso se ha medio encabronado con él. En fin, que tome una dosis extra de ginseng o guaraná y ya está.
Estuvimos llamando a ‘la bruja’ pero nada, no dio señales de vida. Tampoco he vuelto a saber de mi amiga, no sé si habrá ido personalmente a que le tire las cartas aunque le dije que yo me iba con ella, una que también tiene curiosidad y quién sabe, lo mismo hay una presencia interesante viviendo en mi casa...

domingo, 18 de mayo de 2008

Días extraños II

Llueve, llueve mucho y eso que el windguru no suele fallar, y que decía que la cosa iba a estar tranquila por estos lares. Desenrosco mi botella de absenta y me preparo para pasar una tarde tranquila, en casa, yo sola. La lluvia golpea con fuerza mi ventana. En frente de mí, con la persiana abierta de par en par, la terraza de mi vecina me recuerda a una película de David Linch. Roja y brillante por el roce del agua me transporta a un mundo casi de ciencia ficción. No sé por qué pero me imagino convertida en un ser minúsculo, perdido en mitad de una alfombra enorme de tereciopelo. El cielo también hace ruido y los árboles de mi pequeño jardín, apuntan sus hojas hacia arriba, esperando quizá, una recompensa, en forma de gota cristalina.
Mi licor de más de 60 grados y yo, yo y la lluvia…, la lluvia y mis pensamientos 80% impuros. Debería salir y permanecer durante, al menos, cinco minutos bajo el agua. Quizá así todo se me pase: la borrachera y la impureza de mis pensamientos. La lluvia es cada vez más fina y el rojo de la terraza de mi vecina brilla igual que mi copa. Pongo un CD de apariencia virgen. No sé qué música lleva, no recuerdo cuándo lo grabé y tampoco hay nada escrito que me de una pista. Suena y yo empiezo a recordar… Últimamente no tengo ganas de ‘contactar’ con otros seres humanos. Mi tiempo, mi vida y mis relaciones con otras personas se limitan a un puro formalismo laboral. Acabo de ver una araña. Podría aplastarla, estrujarla contra el cristal con uno de los cientos de papeles que rodean mi escritorio pero no me siento capaz. Además, el bicho tampoco me ha hecho nada. El alcohol me afecta, mi espirituoso espíritu ha perdido algo de chispa y un poco el norte. Me cuesta encontrarle sentido a las cosas. No sé si sufro de astenia primaveral pero no tengo ganas ni de quedar con mis amigos, tampoco sé hasta qué punto me echan de menos (si lo hacen). Creo que voy a sali a tomar algo de aire fresco.

sábado, 17 de mayo de 2008

Días extraños

Un poco de cristal para acompañar a una triste y tibia cerveza pero es que hay demasiada gente en la cola de los tickets... Además, y dado mi estado de ánimo actual, puede que le suelte alguna burrada alguien y, lo que es peor, quizá termie por llevarme un guantazo de alguna pava, igual de colgada que yo. Los Chemical y sus paranoias visuales me transportan a otro espacio; mi pequeña dosis empieza a hacer efecto, ya no me duelen las piernas y la marabunta que me rodea ya no me irrita... No tengo ganas de seguirle el rollo a nadie, no me apetece poner buena cara cuando no creo que exista ningún motivo para hacerlo. ¡Joder, por qué no dejamos ya de ser tan falsos! Me da igual que la gente se lleve una opinión equivocada (o no) de mí... Paso, ya no me apetece engañar a nadie.

domingo, 11 de mayo de 2008

Sentir...


Y llegar y no verte pero sentirte cerca. Esperar mientras pienso en la suerte que tengo por recordar hasta el último detalle de ti… De esta manera puedo dejar que transcurra el tiempo, dosificarme y gastar pequeñas ‘dosis’ de mi recuerdo ligado a ti. Es la única manera que tengo de sobrevivir todo el día. He de confesar que me despierto feliz porque, aunque nos separen millones de kilómetros de palabras, de tiempo… mi cuerpo todavía se encoje, igual que un gato en un costurero, al recordar aquellas tardes de autocine. Después de todo, he de confesar que la primera sonrisa del día te la debo a ti. ¿Y si le digo al mundo que despierto cada mañana sintiendo que te toco? No, nadie lo entenderá. Supongo que es una faena para mi almohada…