viernes, 24 de julio de 2009

Fuego

¿Y si resulta que después de todo la llama nunca se apagó? Cuando, aparentemente, no quedaba ni rastro de cicatriz alguna, cuando la falta de contacto y el tiempo sepultaron cualquier atisbo de sentimiento, cuando otro calor vino a enfriar el recuerdo de noches pasadas.

Me ‘autoconvenzo’ de que todo está bien, que he cambiado y que no soy la estúpida de ayer. Aunque en noches como ésta, mientras finjo indiferencia ante una situación para la que no estaba preparada, creo que, probablemente, volvería a tropezar en la misma piedra. ¿Y si todo hubiera vuelto a empezar? Veo cómo te toca y me acuerdo de cómo lo hacía yo hace unos años. Entonces teníamos cierta complicidad.

Será una tontería pero, si al final la llama sigue viva, si continúa creciendo, sería el colmo de los colmos, el colmillo, vamos!! Chistes malos aparte, lo que sí sería es una gran putada, una tragedia.

La gente se adapta: nuevas situaciones, nuevas personas…; hay que seguir y no mirar atrás. La vida es como un restyling pero a nivel personal. Estamos continuamente reinventándonos, por lo menos en teoría. Pero a veces es tan difícil, sobre todo, si uno tiene la cabeza llena de pájaros. A lo mejor es que hay personas, unos pocos locos con alma de poeta (entre los que me incluyo), que no saben cómo ser felices.

¿Que la chispa salta? Bueno, esta vez no haré sonar las alarmas. Nadie se enterará. Aunque me esté quemando por dentro, seguiré, a ojos de los demás, de ti, como un témpano de hielo. Me tragaré todo el humo antes de volver a decir ‘te quiero’.