sábado, 14 de junio de 2008

La presencia II

Hace una semana hablé con mi amiga, la de la presencia, y me comentó que ya había contactado con la “bruja”. Estuvieron más de una hora de charla (unos cuarenta pavos, más o menos). Además de vaticinarle un futuro próspero, la adivinadora también le explicó el ritual que debía de hacer para librarse de tan efímera inquilina, que al final resultó ser una mujer.

Al parecer, según la bruja, mi amiga tiene el “don” de atraer a los muertos que perdieron la vida de forma trágica (y que aún no saben qué tienen que hacer para “cruzar al otro lado”). Menudo tema para Íker!!! La adivinadora dice que la difunta murió de asfixia, que tal vez podría haberse ahogado en la bañera.

La presencia en cuestión resultó que nada tenía que ver con el novio y que, seguramente, mi amiga la había “recogido” en una visita al hospital o en algún sepelio. Un lugar habitual donde la muerte parece convivir con los vivos (si es que mi colegui tiene un sexapeal especial que hace que hasta los muertos levanten cabeza).

Pero claro, a mi colegui no le hace ni puta gracia la historia así que, bajo recomendación de la bruja, se aprovisionó de un montón de velas, aceites e inciensos (que la susodicha también vende en su tienda esotérica), para hacer el ritual y poder así acelerar la marcha de la presencia.

Tenía que esperar a la luna menguante, y que cayera en martes o sábado, para empezar a montar todo el tinglado: una vela negra para “absorber todo lo negativo del piso” , incienso a raudales y no sé cuántas velas blancas para “purificar” el ambiente por lo que tenía que dejar abiertos todos los armarios y cajones de la casa. Mientras dejaba los cirios prendiendo, tenía que marcharse de su casa durante un par de horas, dejando así cierta ‘intimidad’ al espíritu para que se marchara.

PENSÉ QUE, si realmente tiene un sexto sentido para atraer a los ‘no vivos’ a su casa, quién no le asegura que mañana mismo no hay otro espíritu viviendo con ella así que…, qué sentido tiene el ritual… Pero bueno, tampoco quise decirle nada, no era plan. Se la veía tan feliz librándose del espíritu…

No he vuelto a ver a mi amiga, últimamente andamos muy desconectadas así que no sé si habrá realizado el ritual. En cualquier caso, espero que su ‘marmórea inquilina’ no le guarde ningún rencor por querer deshacerse de ella.

1 comentario:

ecgeson dijo...

Claramente la bruja es poco profesional... Además con la nueva versión de que tu amiga atrae a las almas en pena, le va a sablear más que el dentista. Porque me apuesto pincho de tortilla y caña (sin ser brujo) a que tiene que ir de vez en cuando a revisión para comprobar que no arrastra el espíritu de otro difunto...

Y el novio, qué opina de esto?