viernes, 25 de abril de 2008

Volviendo a la realidad...


Me quedo sin ideas, en blanco… enredándome sólo con mis pensamientos más tontos. No sé por qué me vienen a la mente semejantes chorradas, pero he de reconocer que, en ocasiones, hasta pueden llegar a reconfortarme. Supongo que es una manera de perder el tiempo tan válida como cualquier otra pero cuando lo pienso me da un poco de vergüenza.
Dejar pasar los minutos porque sí, perderme en mis historias pasadas, cambiarlas a mi antojo o retar al destino inventando otras, algunas demasiado surrealistas y que dada su naturaleza sorprendente, casi mágica, jamás tendrán la oportunidad de ver la luz. Mientras, mi vida (que parece tener vida propia), se me revela, presentándose a ráfagas para recordarme el lugar que me corresponde. ¿No es para cabrearse?

1 comentario:

ecgeson dijo...

Yo no me cabrearía... La vida te da la oportunidad de amar, soñar, trabajar... Y como decía Disraeli, es demasiado breve para que sea pequeña.