sábado, 5 de enero de 2008

Viaje al pasado



Y de todos los paseos recuerdo con especial nostalgia aquellos que daba en mi fría ciudad. A pesar de las bajas temperaturas, los días sin sol y las tardes colmadas de niebla me encantaba salir a caminar. Solía dejarme llevar por mis pies, sin prisa y sin explicaciones que dar a nadie. Tan sólo la ciudad y yo; mi querida y extravagante ciudad…, y yo. Me entusiasmaba descubrir nuevos rincones, callejuelas oscuras y resbaladizas por el agua nieve y que seguro aún hoy conservan mis huellas. Quizá suene raro pero me gustaba sentir mis manos heladas sobre mi rostro, ver cómo mi aliento frío empañaba el cristal mientras curioseaba el escaparte de alguna tienda. A veces me acompañaba mi querido poeta maldito. Nos comunicábamos en una lengua extraña pero nuestras mejores conversaciones nunca necesitaron palabra alguna. La ciudad y nosotros dos. El poeta mordisqueándome el cuello y yo jugando con los hilos de su bufanda. Yo besándole la boca y él jugando con mi pelo. Arrastrábamos a la noche con nosotros dejando al resto de la humanidad sin más atardeceres y sin más lunas que contemplar. Después de tanto tiempo me consuela saber que mi ciudad siempre será testigo de aquello.

3 comentarios:

Thedarksunrise dijo...

A ti lo que te gustaba era sentir frío para luego entrar en calor, ehhh!! Besis nena!!

Anónimo dijo...

Ayyyy! el amoouuurrr!!

Yo también guardo recuerdos preciosos de mi otra ciudad, que frio que hacia por Dios! Yo no encontré a nadie importante que me diera calor, pero conocí una parte muy importante de mi misma :D

no name dijo...

Queridas Darksunrise y Veronika... no lo definiría exactamente como "amor" pero sí, lo pasábamos bien juntos;P Hasta yo necesito un poco de calor humano de vez en cuando!!