domingo, 17 de mayo de 2009

Y luego me llaman 'borde'...

Andaba yo en el Corte Inglés buscando un ato para la boda de mi primo (se casaba en menos de 24 horas) cuando una de mis amigas me llamó por teléfono. Me preguntó que cuándo tenía vacaciones. Al parecer, su novio iba a cambiar de curro por lo que se quedaba sin ‘vacas’ en verano. Mi amiga, viendo el plan, me llamó para organizar algo.

Una semana después la llamé, por si se le había ocurrido algo. Entonces me dijo que al final su ‘churri’ se estaba pensando la oferta, que no era seguro que cambiara de trabajo así que “no sabía nada” de las vacaciones.
Me jodió un huevo, para qué voy a andarme por las ramas. Se lo comenté a un amigo y me dijo que no tenía por qué enfadarme, que evidentemente sus “planes habían cambiado” y que tenía que entenderlo.
Pero no, por más que lo pienso no puedo. Cuando me dijo que se iba a pasar el fin de semana en la playa deseé que cayeran rayos y centellas.

2 comentarios:

Veronika dijo...

No te lo tomes a mal niña, pero tu haces algo parecido con bastante frecuencia. Dices "voy" y cinco minutos antes de la cita mandas un mensaje para decir que has decidido no ir al final...

Un besuco, reina.

ecgeson dijo...

Con permiso....
Todo es relativo, excepto el relativismo, que es absoluto.

Al final lo que molesta es el tono, que no cuenten contigo y ni te lo adviertan... Lo único aprender una lección: intentar no hacer lo que te molesta especialmente.

Eh! pero no desesperes! Seguro que te sale un plan mejor...