sábado, 10 de enero de 2009

El zorro

Hace unos días tuve una visión maravillosa (por lo menos para mí). De vuelta a casa, tarde, como siempre, y con el abrigo incrustado al pellejo, me crucé con una criatura que, aunque parezca mentira, sólo había visto en los documentales de National Geographic: un zorro.

Circulaba por una carretera secundaria, de esas que terminan desembocado en caminos aún más estrechos, ‘perdidos’ e irreconocibles incluso para los GPS más modernos. Todavía quedan lugares alejados de todo donde, ni el Google Earth, con sus ‘poderes mágicos’, consiguen llegar. A pesar de estar relativamente cerca de casa, y de poder echar mano al móvil en una situación de emergencia, uno puede sentirse a miles de kilómetros de distancia. ¿Increíble, no?

Con la noche recién plantada y las luces navideñas parpadeando en las casas que encontraba a ambos lados de la carretera, conducía pensando en todo el trabajo que me esperaba al día siguiente.

Sin música que escuchar y sin nada especial que hacer al llegar a casa, por momentos, desconectaba de mis pensamientos fijándome exclusivamente en los árboles de Navidad que encontraba a mi paso. Me gusta contarlos, no sé, supongo que es una manía que tengo desde hace tiempo, además, me distrae.

Aquella tarde no había estrellas, ni luna… sólo un cielo gris, espeso, intoxicado por el humo de las chimeneas. Conducía por inercia, deseando llegar a casa y someterme al calor de la estufa y de la compañía de mis felinos remolones.

Aunque todavía no era demasiado tarde, no me crucé con nadie en la carrera. Fue entonces cuando aquella criatura, perdida y ajena al paisaje que yo creía conocer, invadió mi camino. No es que me viera obligada a frenar bruscamente, el animal cruzó con desparpajo la carretera al trote, a un par de metros escasos de mí, con tiempo suficiente para que nuestros ojos se cruzaran y se intercambiaran un mensaje indescifrable. Me paré en medio de la carretera, apoyé los brazos al volante y, escribiendo mi nombre en la luna del cristal, pude ver por el retrovisor cómo el zorro se alejaba en línea recta.

2 comentarios:

Thedarksunrise dijo...

No sabía que había zorros por estas zonas de la península. Raro me resulta que no te lo hubieses llevado a casa xDDD Besisss

ecgeson dijo...

Con permiso...
Creo que puedo entenderte. El otro día en pleno río Manzanares km 7 de Carretera de La Coruña vi una nutria. Y no no era una rata, por su movimiento, su cola y tamañao y además porque para estar seguro paré a un señor y lo verificamos...